Un sordo, un cuñado y una figura de cera.

Leyendo el título de este artículo cualquiera puede pensar que es el título de una película de los 80 protagonizada por Antonio Ozores, Andrés Pajares y Fernando Esteso. Ojalá fuera así, por lo menos echaríamos unas risas viendo las trastadas de unos personajillos inventados por un guionista rodeado de papeles, humo de Ducados y restos de comida al que le pagan por payasada escrita.

Desgraciadamente no son los actores a los que me refería antes los protagonistas de esta historia, aunque un poco de actor sí que tiene el Sr. Urdangarín, ese tipo elegante y deportista y que cualquier madre hubiese deseado tener como yerno hace unos años… incluso la Reina.

Nos tenía engañados a todos (o casi) con esa apariencia de chico formal, de saber estar en todos los sitios y de perfecto padre de familia, pero, ¿era realmente así?

La pregunta es muy tonta y la respuesta muy obvia, pero a toro pasado todos somos Manolete. Si llegamos a saber antes que el Duque de mi ciudad (otra cagada) se libró de la mili alegando que era “completamente sordo” seguramente hubiésemos empezado a sospechar antes.

Y yo me pregunto… ¿Sordo siendo jugador profesional de balonmano?, ¿Es eso posible?, ¿No recibía órdenes de su entrenador o indicaciones de sus compañeros?, ¿Cómo se entendía con la Infanta entonces…por señas?

La cosa es que parece que ahí empezó a cogerle el gusto a eso del “enchufismo” y que no quedó ahí el tema como todos sabemos.

Arranca con su proyecto de la Fundación Nóos, entidad en principio sin ánimo de lucro, aunque yo más bien pienso que era “sinónimo de lucro”, y va haciendo contratos a diestro (Comunidad Valenciana) y siniestro (Baleares) cobrando cantidades ingentes de dinero por trabajos, en algunas ocasiones, copiados de internet.

Dicen que su cuñado, Felipe, anda muy mosqueado. ¿A alguien le extraña? Menudo papelón le ha dejado el supuesto sordo. Futuro Rey y le explota en la cara una historia de corrupción. “Cojonudo!!!” debe estar pensando.

De todas maneras parece que poco a poco van apartando al garbanzo negro de esta historia, y que ya han retirado la figura de cera de Iñaki de la sala donde están expuestas las otras figuras de la monarquía española. Ya hay un precedente, ¿Lo recordáis?. Pobre Jaime, me caía bien ese tipo, y por lo menos no metía mano en las cuentas de todos.

Ya sabéis como es ese refrán de “Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”, pues bien, en este caso le iría mejor eso de “Cuando veas tu figura de cera retirar, prepárate, porque te van a imputar”… y ya tardan!!